jueves, 31 de mayo de 2018

Enseñar para mañana

Este es sin duda el principal - y más importante - desafío para los docentes de hoy, especialmente en la educación superior. Algunos dicen que esta requiere un "cambio de paradigma", debido a las tecnologías y a la globalización.

"No puedo enseñar lo que me enseñaron. Está obsoleto." declaró hace poco un profesor universitario. Esto, obviamente, no se aplica en todos los campos. Numerosas materias solo pueden entenderse y desarrollarse recogiendo las enseñanzas del pasado. Pero, aún así, las formas de abordarlas sin dudas se ven afectadas. Con las nuevas tecnologías de comunicación, toda enseñanza y todo aprendizaje dependen de nuevos métodos de enseñanza.

Si internet ha sido en gran parte el causante de las "dificultades" de hoy, ligadas a la rapidez con que han evolucionado no solo la tecnología de los soportes de información sino también de la difusión de los avances de la ciencia, ofrece al mismo tiempo el medio para que los docentes se mantengan "al día" en relación a tales avances y para que introduzcan en ellos a sus alumnos. En cierto modo, hoy, deben aprender junto con sus alumnos, y esto implica un un cambio radical en la forma de enseñar. 

Las consecuencias son múltiples, empezando por la necesidad, para el docente, de asegurarse de estar "bien informado" y de seguir de cerca no solo de lo más novedoso que se produce en el campo de su disciplina sino de lo que ahí se proyecta para el futuro. Esto, a su vez, tiene una triple consecuencia: 1. saber recoger y conservar la información (tener una base de datos personal), de suficientes fuentes relevantes (las que debería conocer por su formación anterior); 2. tener tiempo para ello (a pesar de las presiones institucionales para "producir"); 3. hacer parte de su observación textos de prospectiva tanto en su disciplina como en disciplinas afines y de consideraciones generales sobre el futuro (como la obra de Mishio Kaku "La física del futuro"), algo que fue muchas veces despreciado en el pasado, según mi experiencia.

Esto último me parece esencial, porque "formar para mañana" obliga a adelantarse en todo lo posible. Si formamos solo para ejercer la profesión tal como se requiere hoy, lo cual es sin duda necesario, estaremos frenando el desarrollo personal y las posibilidades futuras de nuestros alumnos. Debemos enseñarles la misma metodología que hemos de aplicar a nuestra propia actualización: ser vigilantes ante los movimientos innovadores y asegurarnos que dominen las bases sobre las cuales construir nuevos procedimientos. La inquietud y la curiosidad, ordenadas y encausadas, son virtudes imprescindibles para los nuevos profesionales (¡y sus profesores!).
Esto no quita, muy al contrario, la importancia de enseñar los fundamentos de cada disciplina, pero esto puede requerir una visión renovada: más que recurrir a textos "clásicos" o a una simple revisión histórica, abordar estos con una visión analítica y sistémica (vea, como ejemplo, mi texto "Sistémica de los medios de comunicación").

Y no se puede olvidar la necesidad de reforzar (o formar) el correcto sentido crítico así como los fundamentos del pensamiento científico... ¡y también las bases del pensamiento creativo! En otras palabras, enseñar "los mecanismos del pensamiento" (esencial en la universidad, si no se ha hecho antes). "La educación del futuro apuntará, más que a la adquisición de conocimientos fragmentados o técnicos, a profundizar el conocimiento de lo humano en contexto, y a aceitar los mecanismos de comprensión" dice la argentina Verónica Abdala (Revista Cabal, marzo 2014). Desarrollar proyectos, explicitando los fundamentos de las soluciones propuestas, podría ser un excelente método, según Casanova y Bazarra, el método más "completo y versátil" que "permite integrar de manera natural a los demás", al cual se parecen también el "design thinking" (empatizar, definir el problema, idear, prototipar, aplicar y evaluar), que surgió en los 70 en la Universidad de Stanford, y el aprendizaje basado en problemas. (El Mundo, 08/09/2016). ¡El método de la clase magistral está definitivamente obsoleto!