jueves, 22 de diciembre de 2016

Para enseñar comunicación hoy

Enseñar comunicación hoy es sin duda más complejo que hace veinte o más años, aunque los fundamentos puedan parecer los mismos.
Debemos asegurarnos de que los estudiantes conozcan:
1. el contexto,
2. la esencia de los medios de comunicación,
3. el sujeto.

El contexto
El contexto es el mundo de las tecnologías digitales y especialmente de las redes, que son distribuidas (es decir sin núcleo central, aunque algunas plataformas -como Google y Facebook- las dominan). Y tanto los medios como nosotros también estamos bajo la influencia de varios actores socio-económicos y políticos que deben ser identificados. Como docentes, somos actores y responsables de los nuevos actores. Y es probable que debamos luchar para defender nuestros intereses contra los intereses de empresas cada vez más poderosas y contra sus algoritmos que pretenden “ayudarnos” quitándonos la iniciativa. Y también contra quienes quieren supeditar la conciencia de la humanidad al poder de nuevos supercomputadores, que pretenderán dotados de conciencia.
Luego hay que tomar en cuenta que los cambios son inevitables, como lo demuestra la historia, pero se suceden mucho más rápido que antes y es necesario preparar para ello, lo cual implica desarrollar la creatividad y situarla en un marco racional. 

La esencia de los medios
Para abordar la esencia de los medios partamos por la esencia del proceso de comunicación y recordemos que su centro es el sujeto mientras los medios son sus herramientas. También recordemos los fines esenciales de la comunicación: ayudar a que el ser humano se desarrolle lo mejor posible, para su propio bien y el bien de la sociedad. Por lo tanto, la comunicación debe facilitar prioritariamente la adquisión de conocimientos y el desarrollo de las relaciones humanas.
En cuanto a los medios, la digitalización ha puesto en evidencia que todos pueden ser reducidos a las dos formas que nos han sido provistas por la naturaleza: la visual y la auditiva, que se traducen en medios audiovisuales (efímeros) y verbo-icónicos (estables). Que hoy estemos viendo canales de televisión, páginas web o diarios y libros tanto impresos como electrónicos es solo un accidente histórico: muchas otras formas son posibles y algunas se están abriendo espacio.

El sujeto
Hay que saber descubrir lo que le interesa, la forma en que usa los medios y no olvidar que está inserto en redes sociales estructuradas (la familia, los cercanos y los lejanos). Esto implica conocimientos tanto de psicología como de sociología y de métodos de investigación.
Y para ofrecerle adecuadamente los contenidos o experiencias que le puedan interesar es importante considerar también la experiencia de uso, es decir saber de diseño de interfaces y rastrear la experiencia de los usuarios de nuevos medios (como las molestias de muchos usuarios con los lentes de realidad virtual, por ejemplo).

Solo con todos estos conocimientos podemos pensar que alguien estará preparado para pasar a producir y, por lo tanto, habrá que pensar en los conocimientos necesarios, los cuales habrán de partir no solo por el adecuado manejo del idioma (escrito, oral y visual) sino también por la adecuación a las formas de difusión (elementos de informática, aplicaciones digitales, diseño de interfaces, etc.).

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Artefactos y memoria


En los alumnos de las universidades ya es común ver a muchos estudiantes con sus ordenadores portátiles tomando notas. Comparados con los cuadernos, tienen varias ventajas: para muchos es más rápido tomar notas con un teclado, y se pueden consultar otras fuentes (si hay WiFi). Pero así, no solo descuidamos la caligrafía: la capacidad de aprendizaje y memoria se ve lamentablemente disminuida, según indican varios estudios al respecto, como los de Karin James y de Pam Mueller. 

Karin James hizo que niños pequeños reprodujeran una letra o una forma de tres maneras: trazando la forma en un papel que tenía la forma delineada por puntos, trazarla en una hoja en blanco o escribirla en una computadora. Luego, los conectó a un scanner cerebral y les mostró la imagen de nuevo. Cuando un niño trazaba la imagen a mano, exhibía un incremento en la actividad cerebral en tres áreas que se activan en los adultos cuando leen y escriben. Pero aquellos niños que escribieron la letra usando el modelo de puntos o en la computadora no mostraban tal actividad. (Hipertextual, 28/07/2015). 

Otro estudio,hecho por Mueller y Oppenheimer, demostró que cuando se escribe a mano, el cerebro es capaz de elaborar y expresar más ideas, pues se demostró que hay una correlación entre la escritura y la imaginación. Este estudio incluyó una muestra en la que sus participantes fueron evaluados una semana después utilizando las notas hechas durante la clase (en computadora y a mano) y el desempeño de aquellos que estudiaron con sus apuntes hechos con lápiz y papel fue superior a aquellos que lo hicieron con las notas hechas en sus ordenadores. Tomar notas a mano y en papel requiere una forma de procesamiento cognitivo que estimula el aprendizaje. Usando el teclado, la mente no "digiere" nada y se olvida pronto. (ibidem

En lo que se refiere a recordar conceptos después de haber estado tomando notas, el bolígrafo aventaja al teclado según la investigadora Pam Mueller, de la Universidad de Princeton, que realizó tres estudios para comprobar cómo afecta a la memoria el método utilizado para tomar notas. Al parecer son sobre todo los iconos y otras informaciones de la pantalla que producen la diferencia, por la distracción que generan. (Microsiervos, 15/04/2015). 

El portátil (o el PC de casa) tiene sin embargo otras ventajas: las de poder acumular más información y relacionarla (por ejemplo con Evernote o con el sistema de registro de referencias y citas "Citable", una extensión de Chrome). Y también permite usar aplicaciones de visualización de datos y mapas mentales (Vea mi post anterior aquí sobre "Estrategias cognitivas" y el de "Mapas conceptuales" en mi blog de Lenguaje Visual). 

Como lo he mencionado otras veces, la imagen es una poderosa ayuda para la memoria y, de este modo, un importante complemento para el conocimiento, más aún cuando -como con los móviles- son compartidas, un fenómeno de comunicación casi desconocido antes de los teléfonos con cámara. (Vea más detalles en mi libro "La revolución de la fonofotografía").