martes, 2 de noviembre de 2021

Una visión diferente de la comunicación: Simondon

En el post pasado, he presentado a Gilbert Simondon y sus conceptos relativos a los objetos, presentes en su obra "El modo de existencia de los objetos". Pero Simondon también abordó la problemática general de la comunicación en diversos textos, cursos y conferencias que han sido reunidos en la obra "Comunicación e información".

Su enfoque, muy original para la época (años 1960), es enciclopédico y multidisciplinario, abarcando desde la física hasta la biología y desde la materia hasta el colectivo humano. Se inserta así en una corriente de pensamiento que considera toda la evolución, donde lo relativo al hombre es llamado "individuación" (algo también presente en las obras de Teilhard de Chardin).

Esto significa que considera la comunicación como un fenómeno que no es exclusivo del ser humano, sino presente desde la vida vegetal. Así, analiza incluso la sensibilidad de las plantas a los cambios en su entorno (pp.187ss.). Y son estos cambios externos los portadores de información, que producen cambios en el receptor.

Antes de seguir, debemos considerar cómo concibe la información:

"La información no es una cosa, sino la operación de una cosa que llega a un sistema y que produce allí una transformación. La información no puede definirse más allá de este acto de incidencia transformadora y de la operación de recepción. No es el emisor el que hace que una estructura sea información, puesto que una estructura puede comportarse como información por relación a un receptor dado sin haber sido compuesto por un emisor individualizado y organizado; algunos impulsos provenientes de un fenómeno de azar pueden activar un receptor determinado tan bien como si provinieran de un emisor." (p.139)

Es información, por lo tanto, lo que transforma un sistema receptor. Podemos encontrar conceptos similares en lo que Osmo Wiio, en textos de 1973 y 1981, incluyó en su definición y análisis de la información, igualmente basada en el concepto de sistema, de la transformación de éste y del papel de la energía, Wiio proponiendo incluso un método de cuantificación de la información recibida.

La información "penetra" por vía de la percepción y produce algún tipo de modificación en el receptor, que afecta su futuro:

"La realidad local, el receptor, es modificada en su devenir por la realidad incidente, y esta modificación de la realidad local por la realidad incidente es la función de información. Es virtualmente receptor toda realidad que no posee enteramente por sí misma la determinación del curso de su devenir. Esta condición es realizada si el receptor no es completamente un sistema, es decir si por una parte, posee un nivel de organización elevado, con aislamientos internos y una distribución no aleatoria de sus elementos que le permitan encerrar una energía potencial capaz de operar transformaciones futuras, y si, por otra parte, el cambio de estado posible por la actuación de la energía potencial no depende de factores internos, locales; el receptor es una realidad que es autónoma desde el punto de vista energético, ya que posee energía potencial (energía de estado) capaz de asegurar transformaciones, de alimentarlas; pero el receptor solo es efectivamente un receptor si es heterónomo desde el punto de vista de la causa que desencadena las transformaciones, siendo esta causa desencadenante un aporte de energía incidente, eventualmente tan débil como se la quiera." (Simondon, p.140)

Al concepto de sistema agrega el de sistemas acoplados, en este caso del receptor y del emisor:

"El concepto físico de los sistemas acoplados -aplicado a un receptor y a un emisor supuestos- no permite dar cuenta con precisión de la función de información: la débil energía incidente de la señal no entra directamente en tratos con la energía potencial del receptor; no se añade a ella, no se sustrae de ella, no se recobra en el trabajo producido a la salida del receptor que se acaba por un efector; actúa como "causa ocasional", y puede iniciar el cambio de estado del receptor mediante una modificación de la estructura de los aislamientos internos del receptor, sin añadir nada a su energía potencial." (p.140)

Aquí aparecen consideraciones asociadas al concepto de energía (bien conocido en la neurofisiología). Y propone que existen dos tipos de energía: una interna, propia del receptor, y una asociada a la información (y, por lo tanto, externa). Así, una de las funciones del ser humano es la modulación de la información. Entiende que el proceso de comunicación supone esta doble entrada. La energía propia del receptor es la asociada a su motivación, y la salida hacia los órganos efectores implica una modulación de esta energía por parte de la información. Esta modulación existiría desde el reino vegetal hasta el dominio social.

"El esquema de la amplificación moduladora puede ser transpuesto en el dominio biológico y también en el dominio social; permite dar cuenta de los funcionamientos en los cuales se estabiliza un proceso, a pesar de las variaciones aleatorias de la carga, a través de una información que exprese el nivel del efecto sobre la carga y que controle el régimen del modulador en función de dicho nivel. La autorregulación es por otra parte solo un caso particular del funcionamiento de la amplificación moduladora. Ese caso es interesante ya que produce efectos de estabilización en el devenir, a pesar de las fluctuaciones del nivel de carga; estos efectos de homeostasis se vuelven a encontrar en los organismos, sea en los organismos vivientes como en los cuerpos sociales. Allí también interviene en cada caso una constante de tiempo característica del campo; la autorregulación solo puede tener lugar si el retorno de información de la salida a la entrada es corto por relación a la duración media de una perturbación aleatoria de la carga que se trata de corregir." (Simondon, p.153)

La salida es entonces "el efecto producido al término de la transformación de la energía potencial del estado metaestable desencadenada por la incidencia de la información" (p.141)

Siendo su referencia la evolución del ser humano, era lógico que Simondon considerara la comunicación del mismo modo que las ciencias cognitivas, que colocan el receptor en el centro del proceso y de su análisis, evitando el esquema emisor->receptor. (Es lo que también asumí y demostré en mi obra de 2002 "Teoría cognitiva sistémica de la comunicación"). Y sitúa los procesos de comunicación como parte inherente del desarrollo del ser humano.


Referencias

Simondon (2010): Communication et information. París: Presses Universitaires de France. (Comunicación e Informacion, Editorial CACTUS.

Wiio, O. (1973): System Models of Information, Communication and Mass Communication, Paper, Annual Meeting of the Institute of Contemporary Arts, Montreal. 

-  (1981): What is Information. A Conceptual Analysis of Some Basic Words, Paper, Institute of Contemporary Arts Meating, Minneapolis.