jueves, 1 de octubre de 2020

Educación a la medida de cada uno

 En 1971 conocí a un experto chileno en planificación educativa, de nombre Hernán Recart Iturra. Trabajamos juntos varios años. Me enseñó que los planes tradicionales, que fijan para todos los educandos los mismos contenidos y las mismas etapas a cumplir año tras año en los sistemas de educación básica y media eran equivocados. La disposición y la facilidad de cada uno para aprender distintas materias es generalmente bastante diferente. Así, se frena a los mejores alumnos en algunas materias, para esperar a quienes tienen mayores dificultades. En realidad, cada materia debería tener etapas de avance diferentes e independientes, un alumno pudiendo, por ejemplo, avanzar rápidamente en matemáticas, cumpliendo quizás un programa de seis años en tres mientras requiriese los seis años o más para el idioma. Y otras variaciones para las diferentes asignaturas. En esa época hubiese sido evidentemente muy difícil de implantar, ya que requiere un programa personalizada y una supervisión difícil de realizar cuando un profesor ha de encargarse de 30 o 40 alumnos.

Si bien ya existía la "enseñanza programada" (y ambos trabajamos en propuestas de este tipo, dirigiendo incluso un seminario al respecto), utilizaba manuales impresos y se dirigía principalmente a adultos. Los tiempos han cambiado y la tecnología hizo un "salto" extraordinario en estos 50 años. En los años 90, los PC permitieron crear cursos de autoinstrucción programados, que cada uno podía seguir a su propio ritmo. Creé varios en Hypercard para Macintosh, que se utilizaron en la Pontificia Universidad Católica de Santiago. Con la World Wide Web y sus navegadores, se hizo posible el acceso a los mismos por centenares de alumnos (también creé un par para la mismo universidad y la Universidad Diego Portales) y empezaron a aparecer los cursos de acceso universal. 

 Hoy, no solo existen múltiples plataformas y universidades de renombre que ofrecen sus cursos a nivel mundial. Pero lo más significativo, como señala Salman Khan*, es que la pandemia ha obligado a las escuelas a dictar sus cursos por internet. Y, adoptando la misma visión que aprendí de Hernán Recart, señala que "nos ha enseñado que tienes que dejar que la gente aprenda a su ritmo". "Debemos dar a la gente la oportunidad de cubrir sus necesidades formativas a su propio ritmo porque cada uno tiene unas necesidades y unas capacidades diferentes." (BBC, 30/09/2020) Basta leer algunos buenos textos de psicología cognitiva para convencerse de esta verdad.

Es probable que las escuelas seguirán aún por algún tiempo el modelo de "cursos por año", porque será difícil lograr que los ministerios de educación entiendan la necesidad de cambiar el modelo. Y las facultades de educación, que forman a los futuros profesores, deberían "enseñarles a enseñar" de forma adecuada. Pero, dentro de cada curso, los "tele-profesores" pueden más que nunca dar facilidades a los alumnos para avanzar cada uno a su ritmo en cada signatura.


* Salman Khan es pionero de la transformación en la educación y premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2019 y "ha revolucionado las aulas y las instituciones educativas y construido un modelo que cuenta ya con cerca de 70 millones de usuarios registrados en 190 países; su Khan Academy es una organización sin ánimo de lucro que proporcionar educación gratuita a todo el mundo, en todas partes". (BBC, 30/09/2020)

Parte de mi curso de "Procesamiento de Información", de 1991, en Hypercard
Uno de mis cursos por web, 1998

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