miércoles, 11 de marzo de 2015

Relación entre cognición y comunicación

En un mundo informatizado e interconectado, "conocer el conocer" será cada vez más una necesidad de múltiples profesiones, especialmente para quienes tienen por misión hacer llegar los conocimientos a otras personas. Y éstos no son solamente los docentes sino también los investigadores - en todas las ramos del saber - y, muy particularmente los periodistas

La aparición del computador y el correlativo proyecto de desarrollo de la inteligencia artificial han sido, hace ya más de 50 años, el "detonante" del desarrollo de las Ciencias Cognitivas. Pero lo que más definitivamente involucra hoy las ciencias de la comunicación en una cooperación con las ciencias cognitivas es la utilización de los computadores para conservar, procesar y transmitir información -es decir como recursos de comunicación del conocimiento-, así como también a comunicar a las personas como nunca antes.

1. Exigencias de la computación y comunicación

El computador nació como calculadora y poco a poco se transformó en una máquina para procesar todo tipo de información. No tardó, sin embargo, en unir a esta capacidad la de la comunicación y ya es un medio privilegiado en este campo. Esto conlleva una transformación en muchas ámbitos de trabajo así como en la enseñanza. 

En particular, el comunicador ha de ser hoy una suerte de ingeniero en el campo de la transmisión de informaciones. No ha de ser "especialista en máquinas" y si bien debe ser experto en "formulación de contenidos", por sobre todo ha de transformarse en especialista en manejo de conocimientos. 

¿Que diríamos de un arquitecto que sólo supiera de resistencia de materiales y de funciones de los componentes arquitectónicos? Debe poder estructurar el espacio de las relaciones humanas, para lo cual requiere conocimientos de sociología, estética, ergonometría, etc. Del mismo modo, el informático y el comunicador de hoy deben poder organizar el espacio de las funciones cognitivas: adquisición, presentación, organización, conservación, evaluación y transmisión de información. De su labor depende la percepción y las estrategias cognitivas de muchos estudiosos pero ¿hasta dónde conocen -hoy- las consecuencias de las decisiones que toman cuando, por ejemplo, diseñan un "sitio web"? Sin embargo, estas decisiones no sólo influyen en el mayor o menor agrado, la mayor o menor facilidad de operación por parte del usuario, sino también en la forma en que manipulará los datos, es decir en el mayor o menor conocimiento, en la mayor o menor comprensión que logrará obtener o producir a partir de los mismos. 

La imagen de hoy de los informáticos y comunicadores debe evolucionar hacia una imagen de expertos en "herramientas para la inteligencia" y en los conocimientos que ello involucra ("ingeniería del conocimiento"). En efecto, si analizamos adecuadamente los efectos de los software existentes hoy, podemos ver que juegan el papel de herramientas intelectuales: no sólo permiten procesar y reorganizar informaciones (matemáticas, verbales o visuales) sino que influyen en el modo de ver y conocer el mundo, y modifican los reflejos mentales relativos al manejo de este conocimiento (Vea mi e-libro "¿Ser digital o ser humano?"). Sin computador, no podríamos analizar ni representar fenómenos complejos, no podríamos controlar múltiples herramientas de investigación científica, no organizaríamos la información en redes analíticas o semánticas, no podríamos hacer simulaciones de tantos y tantos procesos. El éxito de ciertas formas de trabajar (como con íconos y menus) radica en intuiciones esenciales en torno a cómo facilitar las actividades cognitivas. Pero las intuiciones no son suficientes: se requiere cada vez más un dominio verdadero de las ciencias cognitivas por parte de quienes definen las aplicaciones y facilitan el uso de un aparato tan polivalente como el computador. Ser competente en este campo es, quizás, la mayor exigencia que se presenta hoy a los actores de la revolución tele-informática.

2. Importancia económica

La importancia no es sólo académica sino eminentemente práctica y decisiva para el desarrollo económico-social de los próximos decenios. Ya sabemos que una parte creciente de la economía depende de los servicios y en particular de las comunicaciones. Pero los sistemas basados en conocimientos y en interfaces multimediales ya son la vanguardia y los más solicitados.

3. Importancia educacional

Es obvio que esta expansión de la "Aldea Global" afecta enormemente las estructuras sociales y el mundo del trabajo (como advirtió ya A.Toffler hace años en"El Cambio del Poder"). La crisis en los países que cruzan el umbral de la modernidad informática y de la "economía de la información"¯ repercute directamente en el sistema educacional. Como lo recuerda Seymour Papert,"la competitividad de un país, hoy, se mide en función de sus capacidades de aprendizaje" ("L'enfant et la machine à connaître", pp.7-8). 

La tecnología permite el acceso inmediato a cantidades enormes de información. El conocimiento crece diariamente y es imposible enseñar a la misma velocidad, ni siquiera en la universidad. Este acceso inmediato a un conocimiento actualizado (y también a múltiples hipótesis no verificadas, teorías alternativas, datos equívocos, etc.) hace tambalear las estructuras tradicionales de transmisión del conocimiento y los sistemas formales de enseñanza-aprendizaje. Los "expertos" se hacen cada vez más fuera de las tradicionales "carreras" o profesiones e incluso fuera de la universidad, y se "deshacen" en poco tiempo si no se mantienen comunicados con sus pares. 

Esta situación exige una transformación del sistema educacional que va más allá de simples "ajustes". Implica desarrollar métodos de aprendizaje nuevos, que permitan la diversidad, favorezcan las iniciativas y capaciten para las investigaciones y las profundizaciones individuales. Obviamente la universidad es la primera interpelada por esta realidad y se hace urgente no sólo una formación más amplia ligada a una flexibilización y a la incorporación masiva de las nuevas tecnologías, sino una reflexión basada en la misma naturaleza del conocimiento y su papel en la sociedad del futuro. 

Un mayor estudio y un dominio actualizado de las ciencias cognitivas podría generar nuevos enfoques y orientar mejor una transformación global del sistema educacional, mientras la ingeniería cognitiva y la informática pueden proveer los recursos indispensables para implantar nuevos sistemas.
    "El conocimiento del conocimiento no podría constituir un dominio privilegiado para pensadores privilegiados, una competencia de expertos, un lujo especulativo para filósofos: es una tarea histórica para todos y cada uno" (E.Morin, "La Méthode", T.3, p.25)

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