martes, 20 de junio de 2023

El enjambre de los conocimientos y su crecimiento

 Dediqué el post anterior al tema de la acumulación personal del conocimiento. Quiero ahora ejemplificar cómo los conocimientos constituyen una suerte de enjambre donde, ocasionalmente, el conocimiento de un descubrimiento puede conducir - tiempo después - a un mejor conocimiento en otro campo de conocimiento. La "cultura general" en este caso constituye una base de la mayor importancia, especialmente para los periodistas, y la multidisciplinariedad es cada vez más importante para todos los científicos.

Propondré tres "vías", sobre la base de experiencias personales.

1. La vía aleatoria. En el colegio y en la universidad tuve que aprender rudimentos de física, aunque no pensaba que pudiera serme útil en el futuro. No se hablaba aún, en esa época, de física cuántica. Pero cuando se empezó a hablar de ella, me picó la curiosidad y leí un texto introductorio. Así aprendí qué era el entrelazamiento, la superposición y la coherencia, que son los conceptos más importantes. Pasaron muchos años y los "computadores cuánticos" hacen noticia y se habla ya de "comunicaciones cuánticas" a larga distancia (los chinos han avanzado mucho en este campo). Es más: leí hace unos días que 

"Los átomos también “respiran” y su aliento se puede utilizar para codificar y enviar información cuántica a través de un material. El descubrimiento tendrá aplicaciones potenciales en informática, sensores y comunicaciones cuánticas." (Levante, 6/06/23)

Obviamente se trata de una metáfora y alude a la vibración mecánica que descubrieron el profesor Mo Li y su equipo del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad de Washington. Con ello, se podrán desarrollar nuevos circuitos de computación cuántica que operen con los circuitos ópticos integrados de muchas aplicaciones. Un aporte más a las comunicaciones del futuro. Y, por casualidad, estoy en condiciones de entender lo esencial.

2. La "derivación" institucional (combinada con los intereses personales). En la universidad, también, me enseñaron rudimentos de biología. Podría también considerarse aleatorio, como en el caso de la física. No podía prever, en ese momento, que podría tener algo que ver con mi interés por las comunicaciones. pero aquí intervino un factor institucional. Trabajando en una institución de asistencia a escuelas radiofónicas, tuve que informarme acerca de las relaciones entre las comunicaciones sociales y los procesos de aprendizaje. Leí el libro de Jean Piaget sobre aprendizaje y psicología genética y el libro de C.V.M. Smith sobre el cerebro. Descubrí así cómo se comunicaban las neuronas y cómo se acumulaba el conocimiento. Me permitió entender cómo funcionaba la comunicación en el cerebro y cómo, gracias a la comunicación social, se modificaba la red de neuronas en el proceso del aprendizaje, un tema de interés para la institución donde trabajaba. Fue un tema que seguí explorando desde entonces, pasando a ser el centro de mi tesis doctoral en los años noventa.

Al mismo tiempo, mi empleador tenía problemas con el rápido crecimiento de su biblioteca y tenía problemas de catalogación. Me informé acerca de los sistemas de clasificación, descubriendo la "Clasificación Decimal Universal" y también que se podían utilizar medios computacionales para registrar, ordenar y luego buscar las obras de la biblioteca. Esto me llevó a seguir un curso de programación de computadores. Superaba ampliamente las posibilidades de la institución, pero me resultó útil cuando aparecieron los PC.

Ya docente en la universidad, me enteré que algunos medios de prensa empezaban a utilizar computadores para registrar su información (como el "Information Bank" del New York Times). Dado que yo tenía algunos conocimientos en ambos ámbitos, el director de la Escuela de Periodismo me envió a Europa a investigar tanto la catalogación digital en medios de prensa como el funcionamiento del teletexto (texto computarizado con gráficos muy elementales transmitidos en un canal especial o bien en la franja existente entre dos cuadros sucesivos de la transmisión de televisión, algo ya difundido en Europa y bajo escrutinio en Chile). El principal producto fue un texto de la Escuela: "Procesamiento de información y organización de unidades de documentación periodística" (1983) y, para los alumnos, un taller optativo de documentación utilizando un pequeño Sinclair ZX81.

3. La síntesis y la exploración personal. Me quedó muy claro el paralelismo con el cerebro humano: se ingresaban datos, se conservaban, se clasificaban, y se accedía después a ellos, generando eventualmente una salida. Plasmé esta visión en la asignatura de "Procesamiento de la información" que empecé a dictar a fines de los años ochenta y creé luego para ello un material de autoaprendizaje en Hypercard, en computadores Macintosh (1991).

A mediados de los años 90, dediqué un semestre sabático al estudio de las ciencias cognitivas, las que combinan informática, biología, psicología y comunicaciones (¡interdisciplina!), bases de mi posterior doctorado.

Como ya es sabido, las TIC y el tema del conocimiento siguieron dominando mis intereses. Y lo que expongo aquí muestra cómo diversos ámbitos científicos se entrecruzan y complementan mutuamente.

Referencias

C.V.M. Smith (1972): El cerebro, Madrid, Alianza.

Piaget, J. (1973): Estudios de psicología genética, Buenos Aire, Emecé.

Martínez de la Fe, E. (2023): Los átomos también “respiran” y su aliento sirve para enviar información cuántica, Levante. 


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