La era de la incredulidad

 Fueron primero las noticias falsas (fake news), que empezaron a aparecer en las redes sociales y que se están multiplicando con la inteligencia artificial y las botnets y con la disminución del control en X y ahora Meta.

Luego la IA llegó a las imágenes, primero en imágenes falsas fácilmente detectables, luego con famosos en situaciones falsas, como esta del papa Francisco que se hizo viral (De Infobae 26/03/2023).

Pero ahora podemos ver supuestas fotografías prácticamente indistinguibles de la realidad, copiando incluso el resultado propio de determinados tipos de película (como la siguiente, al estilo Fujifilm Velvia 400, publicada en Telefonica Tech, 23/11/2023). Tanto el procesamiento gráfico como la IA generativa han progresado notablemente, al punto de que estamos por traspasar el límite de la buena fe.

El resultado puede ser devastador para la justicia (las fotografías y videograbaciones difícilmente podrán ser admitidas como pruebas, requiriendo complejos peritajes). En materia de derecho, se ha abordado más el tema de la propiedad intelectual de las imágenes (de origen y resultantes) y el del uso de la IA en forma de asesoría para los abogados que este del uso en los procesos judiciales. Son escasos aún los estudios al respecto pero se subraya la necesidad de contar con expertos informáticos y protocolos claros y obligatorios para la verificación de pruebas audiovisuales.

Y el usuario de las redes sociales deberá también ser cada vez más desconfiado.