miércoles, 15 de julio de 2015

Gestión del conocimiento - Gestión de competencias


¿Qué es la gestión del conocimiento?

Se trata de un sistema administrativo que crea las condiciones necesarias para registrar, combinar, aplicar y proteger todo el conocimiento que existe en una organización, para sacar mejor provecho de los recursos disponibles en situaciones que, hoy, son fácilmente cambiantes. 


Desarrolladores del concepto y primeros sistemas informáticos destinados a tal gestión han sido los franceses Michel Authier y Pierre Lévy, en la década de los 90. Crearon una herramienta de representación y gestión que llamaron los "árboles de conocimientos" e incluyen un sistema gráfico (imagen abajo), los que han sido usados con éxito en múltiples ciudades del mundo (asociando empresas con departamentos municipales de asistencia laboral, o incentivando a los jóvenes a aprender en vez de caer en la drogadicción), en escuelas y universidades, en grandes empresas, en ONGs y hasta en tribus del Amazonas.

Este concepto inicial equivale a lo que se tiende a llamar más bien "gestión de competencias", lo cual es mucho más preciso y toma en cuenta que la "gestión del conocimiento", en una empresa, es hoy mucho más amplia que la gestión óptima de los conocimientos acumulados por el personal. El avance, especialmente, de las comunicaciones digitales nos ha enseñado que la empresa puede acumular muchos otros conocimientos, como los que se obtienen de los clientes o usuarios (los "big data", para las empresas medianas o grandes), que la novel "ciencia de datos" enseña a analizar y aprovechar para una mejor gestión.
En consecuencia, debemos dividir al menos en dos la "gestión del conocimiento": la gestión de competencias y la gestión de "grandes datos" (una tercera división podría ser el conocimiento acerca de las operaciones de la empresa y sus fundamentos).

La gestión de competencias

    La imagen, que corresponde a una presentación de la aplicación creada por  Authier y Lévy, muestra un árbol con un largo tronco con múltiples capas o "tajadas", lo cual indica que hay mucha gente que comparte los mismos conocimientos en los -múltiples- niveles inferiores (pueden sur los estudios pre-universitarios). Luego se abren dos ramas principales y cada una se subdivide hasta llegar a hojas que distinguen casos únicos o muy poco numerosos. Podemos estar frente a una industria de alta tecnología, con una rama administrativa y una rama productiva, la productiva teniendo el mayor número de ramificaciones.
    Al pulsar sobre una "tajada" del tronco, de una rama o sobre una hoja, se obtiene inmediatamente la identificación del saber o competencia y una reseña con el número de personas que lo poseen y eventualmente la forma de contactarlas. Mientras todo el mundo puede acceder en línea al árbol y a éstos datos, la información individualizadora (y el emblema completo) de cada persona es reservada y sólo tienen acceso a ella su poseedor y -eventualmente- algunos directivos si se trata de una comunidad-empresa.
    Las ramas del árbol se forman a partir de la cantidad de personas que cuentan con los mismos saberes en su emblema.
Estos árboles no son estáticos: gracias al uso de la informática, se modifican cada vez que una persona -miembro de la organización- modifica su emblema. Así se cuenta siempre con una visión de la evolución histórica y del estado actual del árbol institucional. (Un sistema de este tipo estuvo operando en mi sitio web de "Investigadores e Investigaciones en Comunicación", entre los años 2007 y 2014, y lo he ofrecido en este período como aplicación independiente para servidores Linux; gráfico siguiente). 
    A la izquierda aparece la barra de los idiomas (vertical), mientras a su derecha aparecen tres columnas, que corresponden a los tres grandes niveles de enseñanza superior: formación técnica (CFT), profesional (IP) y universitaria. Las cuatros barras horizontales inferiores que aparecen debajo de estas tres columnas corresponden a la Enseñanza Básica y Media (completa e incompleta), mientras el pequeño rectángulo que está más arriba, en la Enseñanza Universitaria, representa un post-doctorado. De este modo, de abajo hacia arriba, se aprecia con facilidad el nivel de conocimiento. Los colores corresponden a distintas áreas de conocimiento (el código se explica en uncuadro lateral). Las dimensiones corresponden al número de poseedores. Al `pinchar´ en una barra, se obtienen los datos de la competencia y de todos sus poseedores. 
Un elemento fundamental del árbol (y de la gestión) de conocimientos es considerar que lo que sabe una persona es mucho más que lo que aparece formalmente en su curriculum vitae. Yo, por ejemplo, no pongo en mi CV que sé realizar instalaciones eléctricas y que hubo una época en que armaba radios a transistores. Sin embargo, es parte de lo que soy, porque es parte de lo que sé, aunque parte de este saber es obsoleto. Pero dicho saber no deja de ser parte de mí (está grabado en las neuronas de mi cerebro) y puede, en cualquier momento, servir de base para otra cosa (De hecho, me ha servido para entender la arquitectura y la forma de operar de los computadores). Todo el saber -explicitado- de una persona forma lo que han llamado un "emblema" y la suma de los emblemas, en una organización, forma el "árbol de conocimientos" de esta organización. 

Todo el sistema ha sido llevado a modelos informáticos y existen aplicaciones que permiten explotarlos a cabalidad. Sus principales componentes son cuatro bases de datos que corresponden a "bancos": el de las competencias (identificación de un saber, con la prueba que la valida, por ejemplo un título universitario o el reconocimiento por pares), el de los calificadores (personas y organismos que están capacitados para certificar una competencia), el de los emblemas (donde queda registrado y graficado cada miembro de la comunidad) y el de los perfiles (conjunto de competencias que un empleador quiere encontrar en una persona o grupo de personas). Lo que relaciona estos bancos o bases de datos es el árbol comunitario, permitiendo las consultas y dando una visión de conjunto.
    Grandes empresas como IBM, France Telecom, RATP (transporte público de París), Elf, Dassault Aviation, PriceWaterhouse Coopers y muchas otras, ya utilizan diversos software de gestión de competencias. También lo hacen las administraciones de diversas ciudades en el mundo -como Río de Janeiro-, principalmente para atender problemas sociales. 
A diferencia del sistema educacional tradicional, que margina numerosas personas por sus fracasos escolares o su especialización, los árboles permiten a todos registrar los saberes adquiridos, cualesquiera sean. La valoración de los mismos se realiza en forma independiente, según la cantidad de habientes, la oferta de formación y la demanda existente en el mercado del empleo. Por lo tanto, nadie queda excluído y la movilidad queda abierta para todos ya que la oferta de capacitación no se limita a las instituciones educativas. Ésto puede ser de especial importancia para los países en desarrollo, donde los sistemas formales no dan abasto para satisfacer la demanda de formación. 

La visualización -gráfica- de los datos individuales y comunitarios también ha probado ya ser una eficaz herramienta de incentivo para la capacitación. Por este medio, jóvenes marginados han dejado la atracción de la delincuencia para preocuparse más de su propia formación, tanto para tener un emblema "más lindo" como para mejorar el árbol de conocimientos de su barrio (en la administración comunal orientada a solucionar problemas sociales). 

En una "sociedad del conocimiento", este tipo de herramienta es especialmente relevante ya que facilita el compartir el saber. Implantado en una Universidad, permitiría que una autoridad, para organizar un simposio, un grupo de trabajo o una investigación acerca de un determinado tema, consulte la "base de conocimientos" para saber quiénes podrían, internamente, estar en las mejores condiciones para participar en el proyecto, por el hecho de haber estado investigando, publicando o, simplemente, estudiando o analizando -aún por mera afición- dicho tema. Se podría así descubrir, con alguna sorpresa, que algunos ingenieros han estudiado temas psicológicos (el "desarrollo organizacional" es de este tipo de interdisciplina), que algunos comunicólogos son también programadores o analistas de sistemas, que matemáticos han aprendido de ciclos naturales propios de la agronomía, etc, etc. La puesta en evidencia de estas "intersecciones" (en términos de teoría de conjuntos) es cada vez más importante en el mundo universitario, tanto para el desarrollo de la producción intelectual de las instituciones como para abrir la mente de las nuevas generaciones. El acceso inmediato que proporciona Internet a un conocimiento actualizado lleva a que los "expertos" se hacen cada vez más fuera de las tradicionales "carreras" o profesiones –e incluso fuera de las instituciones de educación superior–, y se "deshacen" en poco tiempo si no se mantienen comunicados con sus pares e incentivados por su institución.


Referencias
- Authier, M & Lévy, P. (1992): Les arbres de connaissances, La Découverte, Paris,180 p. (reed.1998)
- Colle, R. (2004): "La representación individual y colectiva del conocimiento adquirido", Razón y Palabra, n°38, abril-mayo 2004.
- Colle, R. (2007): GestCon, sistema de gestión de competencias, Software para plataforma Linux-Php-MySql.

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