miércoles, 29 de julio de 2015

Cognición humana en red


Hace algún tiempo se empezó a considerar la web como una extensión del cerebro humano, por su estructura de interconexiones y por el parecido de las interacciones entre usuarios con las de las neuronas. Un investigador estadounidense del área, Nova Spivack, llegó a llamar a la web "metacorteza", en alusión a la corteza cerebral. 

El acceso al conocimiento se produce hoy de dos maneras en esta red: sea accediendo a un sitio web y desde éste a otros, gracias a los hiperenlaces ("links"), sea accediendo a las redes sociales, que se usan cada vez más para difundir y leer noticias (al punto que han pasado a ser fundamentales para varios medios de comunicación y que se habla ya de un mayor traslado de éstos a estas redes).

    "Facebook, Twitter, constituyen herramientas a través de las cuales un número importante de personas logra comunicarse en sincronía dando cuenta del estado local o global de la sociedad frente a un fenómeno o evento en particular. El cerebro hace lo mismo a través de la comunicación que se establece a través de una extensa red de neuronas. Logran posicionarse como sensores de la temperatura de la sociedad. Quizás un buen nombre podría ser metaurbanismo, el cerebro de la sociedad", dice Ignacio Rodríguez, investigador chileno, consultor y profesor de medios digitales (El Mercurio, 10/06/2015).

La idea de metacorteza se relaciona con el concepto de la informática de inteligencia colectiva. ¿De qué se trata? Si yo sé algo y otros también, al juntar nuestros conocimientos podemos resolver mejor un problema. Aunque puede producirse algo de desorden, existe potenciación mútua. Así, en el campo del conocimiento puede producirse algo parecido al "crowdsourcing" (abastecimiento colectivo). Es la "crowdsourced cognition" (cognición colectiva) o "crowd wisdom" (sabiduría colectiva), que supone acudir a otros, en la red, para solucionar problemas o desarrollar nuevos conocimientos. 

Ésto se expresa de dos maneras:

  1. Aprendizaje automática: es la línea seguida actualmente por servicios como Facebook y Google, que tienen departamentos de inteligencia artificial que analizan lo que fluye permanentemente en sus redes para aprender de ello ("aprendizaje de máquina"). Las herramientas de análisis de grandes datos (big data) que muchas otras empresas utilizan ya para aprender de sus clientes (o también de las redes sociales) van en la misma línea (incluyendo el aprendizaje de máquina).
  2. Computación social o solución colectiva de problemas: la Wikipedia es probablemente el modelo más antiguo de "acumulación social" del conocimiento, gracias a los aportes de todos los que "saben algo". Pero, hoy, se quiere llegar más lejos y se ha creado una organización que analiza y proyecta todo lo que se puede hacer en este campo: el Human Computation Institute, liderado por Pietro Michelucci.
  3. Human Computation Institute

Uno de los resultados más notables de la "computación social" patrocinada por este instituto ha sido el proyecto Fold.it en el que se pidió a los participantes plegar proteínas virtuales de la manera más eficiente posible, para resolver uno de los más importantes problemas pendientes en la biología molecular: cómo las proteínas se pliegan de manera rápida y eficiente. A poco andar, se descubrió la estructura terciaria de una proteína reguladora para el virus de la inmunodeficiencia pros-simio, un problema que había desconcertado a los investigadores durante décadas y que podría conducir a nuevas formas de abordar el virus del SIDA. 

También está el proyecto Zooniverse, que pide a ciudadanos científicos identificar cráteres en la Luna, ayudar a traducir registros antiguos de buques, identificar galaxias en imágenes astronómicas y encontrar planetas alrededor de otras estrellas, entre muchas otras cosas. 

Michelucci propone ahora tener un sistema abierto de ayuda a personas en dificultades, lo que ha llamado "Proyecto Houston", en recuerdo de la ayuda colectiva que se prestó a los astronautas de la Apolo 13, para traerlos de vuelta. El plan consiste en utilizar la técnica de análisis del discurso y la comprensión del lenguaje natural para detectar el estrés en ciertas comunicaciones y ofrecer ayuda. Ésta sería proporcionada por personalidades virtuales creadas a partir de individuos con diferentes niveles de experiencia, con el apoyo de técnicas de inteligencia artificial. "Proyecto Houston podría proporcionar una personalidad consistente amable y paciente, incluso si la multitud cambia por completo con el paso del tiempo", dice. (MIT Technology Review, 4/06/2015). 

Michelucci también sugiere que se podría copiar el modelo de Duolingo, la app que enseña otros idiomas, y aplicarlo a otras áreas del conocimiento y al desarrollo de nuevas habilidades. Así, por ejemplo, los sistemas de reconocimiento de imágenes son aún muy malos para analizar placas de rayos X y la revisión de las mismas por expertos humanos, online, podría ayudar a desarrollar mejores sistemas de análisis automático. Muchas otras cosas son posibles, tanto en el campo de la salud como en otros, y Michelucci sugiere la creación de centros nacionales dedicados al desarrollo de lo que llama "computación humana" (pero que prefiero llamar "computación social" si de abreviar "desarrollo social del conocimiento" se trata). Tal como se habla de "ciencia de datos" como una nueva disciplina (que une informática y estadística para el análisis de big data), se trata en cierto modo de una nueva disciplina en que han de unirse expertos en informática, ciencias cognitivas, comportamiento económico, matemática de la complejidad e interfaz hombre-máquina. 


Referencia: Michelucci, P. (ed.) (2013): Handbook of human computation, Springer (eLibro disponible, con posibilidad de comprar capítulos específicos).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.