lunes, 4 de octubre de 2021

TAR y sistémica en el análisis de organizaciones

 En mi post anterior  recordé que la teoría del actor-red se centra en las acciones de las personas y que analizar una organización supone considerar a las personas que lo conforman, y, por lo tanto, multiplicar el estudio de las acciones de todas las personas que lo conforman. Ésto puede llevar a un estudio muy extenso y muy complejo. ¿Es posible superar la dificultad que implica encuestar todas las personas que conforman una gran organización? No si se desea utilizar la metodología de la TAR en forma estricta y exhaustiva.

Como señalan Magdalena Day (2019: 70) y varios otros autores, la teoría del actor–red se sitúa en el polo “agencia” de lo que en sociología se conoce como el eje "agencia-estructura". Pero tanto Day (2019: 73) como Latour admiten que la TAR mantiene relaciones con la sistémica y que ambas pueden ser combinadas, al menos desde un punto de vista morfológico.

En mi "Sistémica de los Medios de Comunicación", adopté esta perspectiva para presentar, muy escuetamente, lo que la TAR puede aportar al análisis sistémico. Y sugiero ahora utilizar el análisis sistémico, complementado con un enfoque de actor-red como método para analizar organizaciones complejas.

¿Cómo lograr esta combinación? Recordemos que el análisis sistémico obliga a percibir cualquier objeto como parte de un todo, como relacionado con un entorno, e implica descender de lo más general a los más particular, aplicando el modelo de la "caja negra" con sus entradas y salidas, partiendo - en este caso -  de la organización como un todo, tratando de identificar sus entradas y salidas para luego pasar a analizar los procesos que realiza. La sistémica coloca en segundo plano la identificación de los objetos mediante definición orgánica, siendo lo primero la identificación de los procesos en los cuales están implicados.

Aquí, se entra a distinguir los componentes internos sobre la base de los procesos, es decir de las acciones que corresponden a cada función. Se percibe claramente aquí una posible combinación con la TAR.

El análisis implica realizar lo que se llama habitualmente “una partición”: reconocer múltiples procesos, correspondientes a varios subsistemas (ver gráfico). Deberemos posiblemente realizar varias particiones, identificando los subsistemas de los subsistemas, en forma escalonada. Se parte de la hipótesis de que un sistema se compone de otros sistemas más simples, llamados “elementos”, que son también procesadores (cajas negras), cada uno de los cuales es a su vez definido por su comportamiento en relación con los demás. Parte importante del estudio y modelización de un sistema se transforma en la investigación de las relaciones entre procesadores y en la construcción y caracterización de la red que los une.


Dado que la TAR no considera las estructuras, para combinar lo mejor posible su enfoque con el análisis sistémico, hemos de llegar al nivel de las personas pero, para evitar las encuestas a todas estas, mi sugerencia es considerar las funciones (roles) como actores-red. Se puede llegar así a una amplia descripción de las redes de mediaciones presentes en la organización. Recordemos el principio básico: “el actor es la lista de sus relaciones más las transformaciones que cada uno de los elementos de esta lista ha sufrido al estar cerca o con ocasión de dicha relación” (Latour, 2010: 3).

Ha de quedar claro que sugiero utilizar las orientaciones de la TAR como complemento del análisis sistémico. Aportará más precisiones y detalles a éste, y llevará a considerar el rol de los objetos (instrumentos, etc.) en las mediaciones. Pero, por lo tanto, no estaremos ante una aplicación ortodoxa de la TAR, sino solo ante un análisis sistémico más refinado.

Referencias

Colle, R. (2021): La Teoría del Actor-Red y su posible uso en la investigación de las comunicaciones, Academia.edu. 

Colle, R. (2017): Sistémica de los medios de comunicación en la era de las redes, INCOM-Chile.

Day, M. (2019): El concepto de red en Manuel Castells y Bruno Latour,  Universidad Nacional de Cuyo. 

Latour, B. (2010): “Avoir ou ne pas avoir de réseau: that’s the question”, en M. Akrich et al., Débordements. Mélanges offerts à Michel Callon, Presses de l’Ecole des Mines, 2010, pp. 257–268. 


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