miércoles, 9 de noviembre de 2022

Complejidad e inteligencia

"Vivimos en un mundo en el que aumenta la complejidad y la densidad de las interacciones" (Innenarity: 18). Cabe preguntarse ¿estamos en condiciones de responder a esta complejidad? E incluso, ¿podría conducir a una evolución del cerebro para absorberla?

El paleontólogo y jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin formuló la "ley de complejidad creciente", por la cual la evolución derivó en el surgimiento de la conciencia. Según él, respaldado por otros científicos, la ley de la evolución sería que el desarrollo de la complejidad material conlleva el crecimiento paralelo del aspecto interior (mental, espiritual), hasta llegar a la aparición de la vida, y luego a la aparición del hombre, en que este "interior" se hace accesible a sí mismo: es el surgimiento de la conciencia. Y ésta, a su vez, podría crecer hasta llegar a un nuevo umbral en que podría liberarse por completo del "exterior". El contexto nos plantea, según Innenarity, un desafío. ¿Estamos ahora sobrepasados? ¿O podrá seguir desarrollándose cerebralmente el ser humano sin recurrir a una engañosa inteligencia artificial?

"El mundo está lleno de dinámicas no lineales" (Innenarity: 19) pero ¿quién está preparado para comprender este tipo de dinámica (fuera de algunos matemáticos y los ingenieros supuestamente expertos en sistemas complejos, pero solo en su campo)? Necesitamos una nueva ciencia: la del análisis de este tipo de dinámica en el campo social. Quizás trabajos como el de Innenarity puedan ser un inicio.

Los homínidos y primeros hombres constituyeron una especie que cambiaba más de prisa que ninguna otra forma viviente conocida en el mismo intervalo de tiempo. El aumento de la complejidad ha llevado a un aumento de la capacidad cerebral y, con ello, de la inteligencia. Si podemos desarrollar esta nueva ciencia y hacer que la mayoría de los hombres la conozcan y, ojalá, la dominen, quizás estaríamos colaborando con la evolución para lograr seres humanos más inteligentes, es decir más capaces de responder a los desafíos de su ambiente. Recordemos que la inteligencia es ante todo capacidad de adaptación.

Según Teilhard, la evolución es una dimensión intrínseca de la realidad, suficientemente comprobada por la ciencia y reconocida por todos los científicos, que limitan sus desacuerdos al modo, a las etapas o a la dirección que sigue este proceso. La creación es un proceso continuo que no ha terminado. Y la evolución del hombre tampoco, pero es muy lenta.

Cuando estamos ante una situación compleja, se dice que el cerebro analiza las múltiples salidas posibles a nivel subconsciente y presenta a la consciencia las de mayor interés. Pero, no es "el cerebro" sino el subconsciente, que es una parte de la mente a la cual no tenemos acceso. Por lo tanto, es necesario que la "infraestructura" neuronal se vaya adaptando, para que nuevas y más complejas operaciones subconscientes puedan tener lugar.

Referencias

Innenarity, D. (2022): La sociedad del desconocimiento, Barcelona, Galaxia Gutenberg.

Teilhard de Chardin, P. (1966): El fenómeno humano, Madrid, Taurus.

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